Si no sabes a donde vas, cualquier camino te llevará.

18 enero 2007

(p) ya mero viene el toro

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Este fin de año me lo pasé en Tlacotalpan, había mucho que celebrar, mucho que compartir y visitar y nos fuimos la familia completa a pasar fin de año por allá. Como siempre, me la pasé más que bien. Comí riquísimo, festejé ampliamente y hasta me di tiempo para platicar con amigos de la infancia, que hacía al menos un año que no veía. Pero eso no es el tema de este post.

Resulta que como cada fin de año, Doña Elena, que es la maestra de fandango (jarocho) del pueblo y que le ha enseñado a los tlacotalpeños (o a los maestros de folclor de los tlacotalpeños) a bailar, organizó su tradicional fandango de fin de año.

Qué es el fandango?, en simple y llano, son los bailes populares de la zona de sotavento, cuenca del papaloapan, los tuxtlas y alrededores que se acostumbraban hace más de 100 años. La idea es que un grupo de jaraneros toca al pie de la tarima, mientras los bailadores bailan al menos un verso del son antes de que sean reemplazados por la siguiente pareja. La tradición dice que el fandango es desafinado y se canta a pie de tarima, porque antes no había ni energía eléctrica, ni micrófonos para cantar más alejados y es una fiesta, no un concierto.

El sabor del fandango, para los que han estado en uno, se siente especial, es un ambiente muy agusto, de celebración y tiene en su historia muchas tradiciones. Resulta que el fandango era donde las parejas jovenes se conocían y donde las mujeres tenían espacio para coquetearle al galán que les gustaba. Mi abuela, sabe bailar fandango porque eso bailaba en el rancho cuando se iba de fiesta. Por si fuera poco, cada persona que conozco que ha estado involucrada con el fandango, le ha gustado tanto que aprenden a bailar o a tocar algún instrumento, el fandango es una fiesta abierta a todos y es siempre incluyente.

Lo especial del fandango de doña Elena, es que conserva ese sabor a tradicional, se hace enfrente a su casa y todos los vecinos participan de alguna manera ... como se hacía antes. Para los que han ido en febrero y han visto el relajo que se hace en el fandango de la feria de la candelaria, les puedo decir que el de Doña Elena, es la versión romántica del fandango cuenqueño. A unos días de que lleguen las fiestas de la candelaria, quiero hacer memoria del fandango que sirve como simulacro para los maratónicos de febrero.


Suerte!

RMG

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